El comienzo de la idea

En muchas ocasiones, y realizando cualquier actividad, vienen a nuestro cerebro imágenes, enfoques o argumentaciones. A esta situación le llamamos inspiración. En mi caso, esta inspiración, viene condicionada por una serie de materiales, que aguardan su configuaración, aletargados, esperando a formar parte de un algo, que les dé, de nuevo, una forma o una nueva vida.

En ese momento recurrimos a intentar guardar esa idéa, de diferentes formas. Recurrimos al boceto o esbozo de la idea primaria, mediante el dibujo o mediante otras técnicas.Grandes escultores han recurrido a diferentes formas de iniciar una idea, como por ejemplo Oteiza, que juega con las tizas para conseguir la idea con toda su expresión de volumenes. Otro gran escultor como es Ignacio Basallo , trabaja las ideas, primero desde un dibujo en un pequeño block, y luego haciendo unas pequeñas y maravillosas mini esculturas, que han despertado pasiones entre críticos y coleccionistas.

En mi caso, en la mayoria de las ocasiones intento plasmar esa idea espontánea, mediante un dibujo en el Paint, ese pequeño programita de dibujo, que traen todos los ordenadores. Una vez dibujado y guardada la idea, esta viene conmigo al taller para enfrentarse a la cruda realidad del ser o no ser.