Mis referentes son mi visión de la escultura.
Mi iniciación artistica parte de la observación y del estudio. También parte de dejar a un lado la verguenza y el miedo al que dirán y lanzarme al vacio. He probado multitud de materiales y de técnicas. He realizado cientos de viajes, visitado exposiciones, museos, ferias y conferencias. He comprado miles de revistas y de libros buscando todo aquello relacionado con el arte, y especialmente con la escultura. Y me he encontrado con miles de artistas que no me han trasmitido nada. Grandes artistas archiconsagrados me han dejado más frio que el hielo. Afortunadamente, tambien he encontrado escultores que se me han grabado a fuego en el subconsciente, y forman parte de mi entender el arte. Me encuentro a veces mirando con sus ojos y sintiendo los materiales con sus manos. Surge de este modo en mí un mestizaje ideológico incontrolable, y a veces me encuentro más en uno y al día siguiente más en otro.El resultado es fruto de todos ellos, como el escritor que escribe despues de haber leído miles y miles de libros, y todos ellos se encuentran dentro de cada palabra que atina a plasmar en la hoja en blanco.
Nada nos es propio, todo es de todos, desde el aire que respiramos hasta la forma en la que nos vestimos. Somos parte de una cadena invisible de transmisión de la que formamos parte irremediablemente.
Mis referentes son mi obra y serán mi futuro. A todos ellos admiro y con todos estaré eternamente en deuda.
Susana Solano, David Nash, Alberto Carneiro, Martin Puryear e Ignacio Basallo, son mis cinco grandes referentes, son indudablemente el andamiaje donde se sustenta toda mi particular visión de la escultura.
