Descontextualizar

En la escultura figurativa, no necesariamente todo es lo que parece. Es precisamente en ese juego de parentescos, donde se abre un gran campo, donde la creación tiene más cabida, donde ya no jugamos a copiar de la realidad.

Observamos los objetos y las formas como una base donde trabajar, dando como resultado, que el ojo observador, informa al cerebro pensante que lo que se ve, es un pito de un antiguo barco de vapor. Cuando en la realidad tan solo ha sido un juego de ensamblar unas piezas, en la forma más estética posible. Luego otros ojos verán otra cosa y otros otras, y asi tantos parentescos como espectadores.

Mi maestro vio en este ejercicio un pito de un barco de vapor.

¿vosotros que véis?

escultura

Mis primeras obras






Una vez reconocida mi debilidad por la obra del escultor Ignacio Basallo, tengo que enumerar otros grandes escultores que me han influído a la hora de atreverme a dar un primer paso en mi modesta actividad creativa. El escultor murciano Perico Pardo fué mi primer gran referente, él me trasmitió la pasión por el arte, por la creación, de una manera muy pasional, muy intensa.
La Feria de arte contempóraneo ARCO era para mí como una gran base de datos y año tras año me acercaba a las diferentes propuestas escultóricas de los cinco continentes.
Evidentemente el estudio de grandes escultores como Julio Gonzalez, Brancusi, Calder, Chillida, Oteiza, Pablo Serrano , y un montón más, hasta que me atranque en el estudio de la obra mágica de Ignacio Basallo.
Hoy mostraré algunas de mis primeras y balbuceantes obras, espero que os gusten.

Estas son las primeras palabras de mi blog. Mis primeros pasos. Algo así como un bautismo internauta, donde tan solo pretendo hablar de escultura. Y se preguntarán algunos.. ¿Habrá algo más aburrido que la escultura?. Otros por el contrario pensarán que la escultura, en el mundo del arte, siempre ha sido un arte menor, siempre por debajo de la pintura. Otros ni fú ni fá.
A mí, personalmente me fascina. Como escultor soy un simple continuador de un gran maestro, un artista, que como muchos otros vive al margen de los flashes, del gran público. Su rutina es la soledad del taller, el serrin de la madera, el olor a soldadura de estaño, y ya casi sin luz , cerrar la persiana del taller, y volver a casa.
Casi cuarenta años de trabajo, y un montón de exposiciones individuales y colectivas, no son suficientes para un reconocimiento adecuado a su calidad artistica. Pero de sus manos siguen manando prodigiosamente obra tras obra. Frente a la idea preconcevida de que la escultura es algo frio, duro, inmóvil y rotundo, él utiliza la sutiliza, la fragilidad, el equilibrio, la timidez, la sencillez y el emsamblaje, convirtiendo a la escultura en un juego de niños maravilloso.
Ignacio Basallo, ese pequeño gran escultor gallego, es mi maestro y por eso en mi bautismo de blogs, quiero rendirle este pequeño homenaje, como el que él nos brinda a diario cada vez que firma una nueva escultura.